Looks Like Music es una instalación sonora de Yuri Suzuki. La pieza gira en torno a los Color chasers, unos robots en miniatura que detectan y siguen una línea de color negro con marcas de colores y traducen estos datos en sonido.
Los visitantes tienen la libertad de dibujar en papel y al mismo tiempo componer música, creando así una imagen a gran escala y una pieza de sonido al mismo tiempo.
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